viernes, 11 de marzo de 2022

FREUD, LA PASION SECRETA, JOHN HUSTON 1962


 
Esta película, dirigida por John Huston, describe cinco años (a partir de 1885) de la vida del psicólogo Sigmund Freud (1856-1939), se trata del tiempo de gestación y alumbramiento de su teoría del Psicoanálisis.

Al margen de su elaboración técnica o artística, la película resulta especialmente significativa porque retrata, casi en tiempo real y presente, el impacto que significó la aparición del psicoanálisis en su época, así mismo permite intuir la trascendencia que más tarde tendrían estas teorías en el devenir de la  historia de la Humanidad.

Toda la elaboración de la obra: desde el guión, dirección, producción o interpretación, está construida básicamente desde la aceptación de esta teoría y así mismo bajo la seducción de su personaje principal: Freud, lo que resulta en cierta manera lógico, pues también lo fue para amplias capas de la sociedad.

 
Es por ello, que no se adivina durante el transcurso de la trama, ni un solo punto crítico al relato psicoanalitico excepto aquello que el propio espectador pueda deducir, aunque siempre serian con argumentos ajenos a la misma. 

En este film se expresa y retrata a través de sus personajes, las bases y teorías del psicoanálisis, hoy ya ampliamente superadas y en gran medida rechazadas por la propia realidad.
Teoría que presenta algunos hilos de luz pero asimismo grandes agujeros de oscuridad, entre ellos el concepto del sexo como origen primario de la mayoría de psicopatologías, así como el desenfoque en el proceso clínico de la histeria, representado de forma muy descriptiva en la película.

También el fenómeno de la transferencia: se muestra cuando Cecyl ve el reflejo de su padre, tanto en Breuer como en Freud, mientras cada uno de ellos la están tratando los síntomas que presenta.  

El Complejo de Edipo: Freud lo descubre cuando su padre fallece, al sentirse incapaz de entrar al cementerio donde está su tumba.  Al pensar en las posibles causas de esto, comienza a recordar su infancia y llega a la conclusión de que sentía una competencia inconsciente con su padre, por el amor de su madre. 

El Complejo de Electra: lo presenta su paciente Cecyl, pues de niña siempre sintió rechazo a su madre porque sentirse celosa por el amor de su padre hacia ella.

 Evidentemente la realidad es que no se trataría tanto de atracción y menos aún sexual sino de identificación y concreción de la personalidad, aprendiendo -por mimetismo-  roles individuales a través de los miembros de la familia, especialmente de los padres pero también en menor medida con el resto de la misma.

La interpretación de los sueños y la Hipnosis: sin duda se trata esta, de una técnica mental invasiva y asimismo posesiva, por ello de las más peligrosas porque genera por si misma control y dependencia, y consecuentemente puede producir seducción, algo que suele suceder en cualquier relación humana, cuando es muy unidireccional.

Tal vez solo hoy, con el paso del tiempo, podemos mirar con el suficiente ojo crítico esta teoría, que en aquellos tiempos imploxionó,  y que a cualquiera nos podría haber “seducido o abducido”.

Pero referente a los "hilos de luz" que lleva la teoría del psicoanálisis, quizás lo más importante de esa nueva actitud es, como dice el Dr. Gregorio Marañón:  la enorme valoración de la individualidad del enfermo. Suyas son estas luminosas palabras:

"... Pero entrar a zancadas y con los zapatos sucios en la última morada de la conciencia de los hombres y remover el poso de residuos que un divino cedazo arroja a los suburbios de la conciencia, con razón y para que se esté allí quieto, me parece sencillamente pecaminoso y bárbaro”

Cuando digo que el psicoanálisis me parece errado me fundo en dos razones ya expuestas por otros humanistas: La primera es su falta de espiritualidad:
Al psicoanálisis le falta levantar los ojos “hacia arriba”, porque muchas veces lo que está en el fondo de las conciencias solo se ve cuando se refleja fuera de ellas, en lo alto, en la región de la Fe, en lo que no se puede comprender, en la región de la santa quimera, que no puede explicarse la razón
Y la segunda es su radical indiscreción; Dijo un poeta español: que “la mitad de las cartas que se pierden, se deben perder” y yo añadiría, imitándole que tal vez la casi totalidad de los recuerdos que olvidan los hombres, se deben olvidar y que por lo tanto es insano y temerario el pretender sacar a la superficie de la actualidad esos recuerdos que se hundieron, porque tenían que hundirse, en el légamo de la conciencia.”

 Así pues esta película representa una singular simbiosis de historia, ciencia y filosofía, así como la concepción del arte como eterno espejo de la realidad humana.

Juan Francisco Jiménez Borreguero